Su otro hombre

D'Geyrald es un gran amante de los animales. Vive en su casa de campo con sus pollos, sus flores y sobre todo con su gran amor, su caballo Rainbow.



Rainbow era un caballo de carreras que, al no ser muy bueno, iba a ser sacrificado. D´Geyrald lo compró y salvó su vida. Ahora rainbow es su otro hombre. Se comporta como el más fiel de sus amigos. Dice que atiende a su llamada como un perro fiel.

Fotos (c) 2008- chris cransac city - france





"El caballo fue durante siglos el más fiel aliado del hombre. Alexandro Magno o Napoleón sacralizaron, respetaron y sacrificaron como media arma en los campos de batalla.

Hay que reconocer que todas las conquistas del mundo se hicieron con ayuda de este fiel animal, un tiempo dónde la crueldad era el método de funcionamiento más visible. Los jinetes tenían la honradez de pegarse y morir con su montura. Es quizá explicable ya que su calidad de vida, o incluso de supervivencia, era in disociable de la de su fiel aliado…

En la actualidad, los que comparten su vida con estos animales son respetuosos con él, sin embargo incluso los que se pretenden honestos se condenan a acabar con aquéllos que criaron cuando sus resultados no están ya de acuerdo a las exigencias de resultados pretendidos en el mundo de las carreras. Es cierto que es un hecho doloroso de oír, peor aún a comprender, que, sin embargo parece lógico en una sociedad que sólo sabe perderse en los meandros de un determinado concepto borroso de lo perfecto.

El hombre es un Hombre con más debilidad que fuerza, con además una cruel falta de cultura sobre la historia del caballo. A menudo he sido un triste testigo de esta situación… ¡El matadero!! Pero como a menudo no juzgo, incluso cuando mis sueños se transforman en pesadilla cuando el alma de un puro-sangre viene a soplarme a las esquinas de la oreja todo su dolor, cuando su ganadero que le ayudó a nacer y acarició sus costados resultado de probablemente tiernos años, lo llevan derecho delante del pasillo de la muerte.

Lo más respetable en esta historia, es que cuando este puro-sangre, después de hablarme, me hace comprender que no tenían ningún resentimiento… He aquí la verdadera nobleza de un caballo…" D'Geyrald